GUARDIANES DE MARÍA
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LIBRO AZUL   ( 4ª Edición Latinoamericana_2000 )







- Mensajes de la Santísima Virgen María -       Parte 3      1  2       JPG_GM
 


1989     VEN SEÑOR JESÚS

06 de mayo de 1989    p.788
  Por medio de vosotros que me habéis respondido, la devoción hacia Mí ya está floreciendo en toda la Iglesia. De este modo Yo puedo ejercer, en estos vuestros tiempos, el gran poder que me ha sido dado por la Santísima Trinidad, para volver inofensivo el ataque que mi Adversario, el Dragón Rojo, ha desencadenado contra Mí, vomitando de su boca un río de aguas para sumergirme. El río de aguas está formado por el conjunto de todas las nuevas doctrinas teológicas que han tratado de oscurecer la figura de vuestra Madre Celeste, de negar mis privilegios, de redimensionar la devoción para Conmigo, de ridiculizar a todos mis devotos. A causa de estos ataques del Dragón, en estos años la piedad hacia Mí ha ido disminuyendo en muchos fieles y, en algunos lugares, ha desaparecido por completo. Pero han acudido en auxilio de vuestra Madre las dos alas de la gran águila. La gran águila es la Palabra de Dios, sobre todo la Palabra contenida en el Evangelio de mi Hijo Jesús. Entre los cuatro Evangelios, el águila indica el de San Juan, porque él vuela más alto que todos, entra en el corazón mismo de la Santísima Trinidad, afirmando con fuerza la divinidad, la eternidad y la consubstancialidad del Verbo y la divinidad de Jesucristo. Las dos alas del águila son la Palabra de Dios acogida, amada y custodiada con la Fe y la Palabra de Dios vivida con la Gracia y la Caridad. Las dos alas de la fe y de la caridad, me han permitido volar por encima del río de aguas de todos los ataques dirigidos contra Mí, porque han manifestado, al mundo mi verdadera grandeza. Luego he buscado mi refugio en el desierto. El desierto en el que he establecido mi morada habitual, está formado por el corazón y el alma de todos aquellos hijos que me acogen, me escuchan, se confían completamente a Mí, se consagran a mi Corazón Inmaculado. En el desierto en que me encuentro hoy, Yo obro mis más grandes prodigios. Los obro en el corazón y en el alma, es decir, en la vida de todos mis pequeños niños. En el silencio y el ocultamiento, es decir en el desierto en que me encuentro, obro fuertemente para que los hijos consagrados a Mí crean hoy en el Evangelio, se dejen guiar sólo por la Sabiduría del Evangelio, sean siempre Evangelio vivido. He aquí la misión que Yo he preparado para el ejército que me he formado en todas partes del mundo con mi Movimiento Sacerdotal Mariano. Los grandes prodigios que Yo realizo hoy, son los de transformar completamente la vida de mis pequeños hijos, para que se vuelvan valientes testimonios de fe y luminosos ejemplos de santidad. De esta manera, en el silencio y en lo escondido, cada día preparo mi gran victoria sobre el Dragón con el triunfo de mi Corazón Inmaculado en el mundo.
 
14 de mayo de 1989    p.790
   Invito a todos los Obispos, Sacerdotes, Religiosos y Fieles. Mi Corazón Inmaculado es el lugar de este nuevo, espiritual y universal Cenáculo. En el debéis entrar con vuestro acto de consagración, que os confía para siempre a Mí, a fin de que Yo pueda unir mi voz a las vuestras en la invocación del Don de un segundo Pentecostés sobre la Iglesia y sobre toda la Humanidad. Sólo el Espíritu del Señor puede vencer la potencia y la fuerza victoriosa del enorme Dragón Rojo. El enorme Dragón Rojo es el comunismo ateo que ha difundido por todas partes el error de la negación y del obstinado rechazo de Dios. El enorme Dragón Rojo es el ateísmo marxista, que se presenta con diez cuernos, es decir con la potencia de sus medios de comunicación, para conducir a la humanidad a desobedecer los diez Mandamientos de Dios, y con siete cabezas, sobre cada una de las cuales hay una diadema, signo de poder y de realeza, las cabezas coronadas indican las Naciones en las que el comunismo ateo se ha establecido y domina con la fuerza de su poder ideológico, político y militar. Su color es rojo porque usa la guerra y la sangre como instrumentos de sus numerosas conquistas. El enorme Dragón Rojo tiene el objetivo diabólico de sustraer toda la humanidad al dominio de Dios. Por eso me formo el ejército de mis más pequeños hijos. De ese modo los conduzco a vivir sólo para la Gloria de Dios, por medio de la fe y de la caridad, y los cultivo. Yo misma, celosamente en mi celestial jardín. Cada día Yo me presento ante el trono de mi Señor en acto de profunda adoración, diciendo: “Santísima y Divina Trinidad, en el momento de Tu universal negación Yo te presento el homenaje de mi maternal reparación por medio de todos estos mis pequeños, que cada día formo.
 
03 de junio de 1989    p.793
   En esta terrible lucha sube del mar, en ayuda del Dragón, una bestia semejante a una pantera. La bestia negra es la Masonería. El Dragón se manifiesta en el vigor de su potencia; la bestia negra, en cambio, obra en la sombra, se esconde, se oculta, para introducirse por este medio en todas partes. Tiene las garras de oso y la boca de un león, porque obra con los medios de comunicación social. Las siete cabezas indican las varias logias masónicas. Esta bestia negra tiene diez cuernos y sobre los cuernos diez diademas, que son signos de dominio y de realeza. El cuerno, en el mundo bíblico, siempre ha sido un instrumento de amplificación. En efecto, si el Dragón Rojo obra para llevar al error del ateísmo, el objetivo de la masonería no es el de negar a Dios, sino el de blasfemarlo. Si el Señor ha comunicado su Ley con los diez mandamientos, la masonería difunde por todas partes, con la potencia de sus diez cuernos, una ley que es completamente opuesta a la de Dios. A las siete virtudes teologales y cardinales, que son el fruto de vivir en Gracia de Dios, la masonería opone la difusión de los siete vicios capitales. A la fe, aquella opone la soberbia; a la esperanza, la lujuria; a la caridad, la avaricia; a la prudencia, la ira; a la fortaleza, la pereza; a la justicia, la envidia; a la templanza, la gula. En mi Corazón Inmaculado se delinea la táctica usada por vuestra Madre Celeste para contraatacar y vencer la astuta trama usada por la bestia negra. Es por esto que formo a todos mis hijos en la observancia de los diez Mandamientos de Dios; a vivir al pie de la letra el Evangelio; a recibir con frecuencia los Sacramentos, como auxilios necesarios para vivir en Gracia de Dios.
 
13 de junio de 1989    p.798
   A la bestia negra que sube del mar, acude en ayuda, desde la tierra, una bestia que tiene dos cuernos, semejantes a los de un cordero. Jesucristo se inmola y se convierte en el verdadero Cordero de Dios que quita todos los pecados del mundo. Al símbolo del sacrificio está íntimamente unido el del Sacerdocio; los dos cuernos. Un cubrecabeza con dos cuernos llevaba el Sumo Sacerdote del Antiguo Testamento. La Mitra, con dos cuernos, llevan los Obispos de la Iglesia, para indicar la plenitud de su Sacerdocio. La bestia negra semejante a una pantera indica la Masonería; la bestia con dos cuernos, semejante a un cordero, indica la Masonería infiltrada dentro de la Iglesia, es decir, la Masonería Eclesiástica, que se ha difundido sobre todo entre los miembros de la Jerarquía. Esta infiltración masónica dentro de la Iglesia, ya os ha sido predicha por Mí en Fátima, cuando os anuncié que Satanás se introduciría hasta el vértice de la Iglesia. El fin de la masonería eclesiástica, es el de destruir a Cristo y a su Iglesia, construyendo un nuevo ídolo, es decir, un falso Cristo y una falsa Iglesia. La masonería eclesiástica obra para oscurecer su Divina Palabra, por medio de interpretaciones naturales y racionales y, con pretexto de volverla más comprensiva y aceptada, la vacía de todo contenido sobrenatural. A causa de la difusión de estos errores, hoy muchos se alejan de la verdadera fe, volviendo realidad la profecía que os ha sido hecha por Mí en Fátima: -vendrán tiempos en los que muchos perderán la verdadera fe-. La pérdida de la fe es la apostasía. La masonería eclesiástica trata de destruir esta realidad con el falso ecumenismo, que lleva a la aceptación de todas las Iglesias cristianas, afirmando que cada una de ellas posee una parte de la verdad. Cultiva el designio de fundar una Iglesia ecuménica universal formada por la fusión de todas las confesiones cristianas, entre las cuales estaría la Iglesia católica. Por esto en el acto de consagración de mi Movimiento Yo os he solicitado renunciar a toda aspiración a “hacer carrera”. Así podéis sustraeros a la más peligrosa y fuerte insidia usada por la masonería, para asociar a su secta secreta a tantos hijos míos predilectos.
 
17 de junio de 1989    p.805
   Hijos predilectos, comprended ahora el designio de vuestra Madre Celeste, la Mujer vestida del Sol, que combate, con su ejército, en la gran lucha contra todas las fuerzas del mal. Combatid Conmigo, pequeños hijos, contra el Dragón, que trata de llevar a toda la humanidad contra Dios. La masonería eclesiástica recibe órdenes y poder de las varias logias masónicas. Así pues, solicita a los ambiciosos con la perspectiva de fáciles carreras; colma de bienes a los hambrientos de dinero; ayuda a sus miembros a sobresalir y a ocupar los puestos más importantes, mientras de una manera disimulada, pero decidida, margina a todos aquellos que se niegan a participar en sus planes. La bestia semejante a un cordero ejercita todo el poder de la primera bestia en su presencia y obliga a la tierra y a sus habitantes a adorar a la primera bestia. Sin rodeos, la masonería eclesiástica llega hasta construir una estatua en honor de la bestia y obliga a todos a adorar esta estatua. Un ídolo tan fuerte y dominador que hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, reciban una marca sobre la mano derecha o en la frente, de manera que ninguno pueda comprar o vender sin tener esa marca, es decir, el nombre de la bestia o el número de su nombre. Pero, ¿cuál es su nombre? En el capítulo 13 del Apocalipsis está escrito. Con la inteligencia, iluminada por la luz de la Divina Sabiduría, se logra descifrar del número 666 el nombre de un hombre y este nombre, indicado por tal número, es el del Anticristo. El Apóstol San Juan ya afirmaba que cualquiera que negara que Jesucristo es Dios, es el Anticristo. La estatua o el ídolo construido en honor de la bestia para ser adorado por todos los hombres, es el Anticristo.  El número 333 indica la Divinidad. Aquel que quiere ponerse por encima de Dios lleva el signo de 666; por lo tanto este número indica el nombre de Lucifer, Satanás, es decir, de aquel que se pone contra Cristo. El 666 enunciado una vez, es decir por 1, expresa el año 666. En este período histórico el Anticristo se manifiesta a través del fenómeno del Islam, que niega directamente el misterio de la Divina Trinidad y la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. El 666 indicado dos veces, es decir por 2, expresa el año 1332. En este período de tiempo histórico el Anticristo se manifiesta con un radical ataque a la fe den la Palabra de Dios. A través de los filósofos, que comenzaron a dar exclusivo valor a la ciencia y luego a la razón, se tiende gradualmente a constituir como único criterio de verdad a la sola inteligencia humana. El 666 enunciado tres veces, es decir por 3, expresa el año 1998. En este período histórico, la masonería, ayudada por la eclesiástica, logrará su gran objetivo; construir un ídolo para ponerlo en lugar de Cristo y de su Iglesia. Habréis llegado así al vértice de la purificación, de la gran tribulación y de la apostasía. La apostasía será entonces generalizada porque casi todos seguirán al falso Cristo y a la falsa Iglesia. ¡Entonces será abierta la puerta para la aparición del hombre o de la persona misma del Anticristo! He aquí, hijos predilectos, por qué os he querido iluminar sobre las páginas del Apocalipsis, que se refieren a los tiempos que vivís. ¡Valor! Sed fuertes, mis pequeños niños. A vosotros corresponde la misión, en estos años difíciles, de permanecer fieles a Cristo y a su Iglesia, soportando hostilidad, luchas y persecuciones. Pero sois parte preciosa de la pequeña grey, que tiene la misión de combatir y de vencer al fin a la poderosa fuerza del Anticristo. Os formo, os defiendo y os bendigo a todos.
 
08 de septiembre de 1989    p.813
   Vosotros sois los pequeños niños de vuestra Madre Niña. Sois parte de mi progenie y pieza clave de mi designio victorioso. La marca en la frente y en la mano es expresión de una total dependencia de quien es marcado por este signo. La frente indica la inteligencia, porque la mente es la sede de la razón humana. La mano expresa la actividad humana, porque es con sus manos que el hombre actúa y trabaja. Si mi Adversario marca con su sello a todos sus secuaces, ha llegado el tiempo en que también Yo, vuestra Celeste Capitana, marco con mi sello maternal a todos aquellos que han consagrado a mi Corazón Inmaculado y forman parte de mi ejército. Imprimo en vuestra frente mi sello con el Signo Santísimo de la Cruz de mi Hijo Jesús. Imprimo en vuestra mano mi sello que es el signo del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
 
13 de octubre de 1989    p.819
   Mirad cada vez más a la Mujer vestida del Sol, que tiene la misión de preparar a la Iglesia y a la humanidad para la venida del Gran día del Señor. Los tiempos de la batalla decisiva han llegado. Ha descendido sobre el mundo la hora de la gran tribulación, porque los Ángeles del Señor son enviados, con sus flagelos, para castigar la tierra. La televisión se ha convertido en el perverso instrumento de un diario bombardeo de imágenes obscenas, dirigidas a corromper la pureza de la mente y del corazón de todos. Ya la Sagrada Escritura os ha advertido que quien peca por medio de la carne, en la misma carne encuentra su justo castigo. El Ángel del primer flagelo inflige en la carne. El primer flagelo es la nueva enfermedad del S.I.D.A. Les pido que crezcan en la virtud de la pureza.
 
31 de diciembre de 1989    p.829
   He rogado por los enfermos, para que obtengan el don de acoger con docilidad y mansedumbre las cruces de su enfermedad; he rogado por las familias divididas, por los jóvenes desviados, por las naciones oprimidas bajo el yugo de la esclavitud, por todos los pueblos de la tierra; he orado para obtener para toda la humanidad el gran don de la Paz. Vosotros mis pequeños niños, con vuestra oración habéis dado una gran fuerza a vuestra Madre Celeste. En estos años veréis cumplirse el gran milagro de la Divina Misericordia. Abrid vuestros corazones. Abrid los corazones de todos los hombres, para que puedan acoger a Cristo que viene en el esplendor de su Luz, para hacer nuevas todas las cosas.


 
1990     MADRE DEL SEGUNDO ADVIENTO

13 de mayo de 1990    p.850
  Hace setenta y tres años, bajé del cielo en esta Cueva de Iría, para indicaros el camino que debéis recorrer en este vuestro difícil siglo. Los acontecimientos tan dolorosos, que se han sucedido, se han desarrollado realizando plenamente las palabras de mi profecía. Rusia no me ha sido consagrada por el Papa con todos los Obispos y por eso, no ha tenido la gracia de la conversión y ha difundido sus errores por todas partes del mundo, provocando guerras, violencias, revoluciones sangrientas, persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. Ahora iniciáis el último decenio de vuestro siglo. Yo bajo del cielo para que os sean revelados los últimos secretos y pueda así prepararos, a cuanto ya debéis vivir para la purificación de la tierra. La Iglesia conocerá la hora de su mayor apostasía, el hombre de iniquidad se introducirá en el interior de ella y se sentará en el mismo Templo de Dios, mientras el pequeño resto que permanecerá fiel será sometido a las mayores pruebas y persecuciones. Por eso, Yo desciendo todavía del cielo, con mis numerosas apariciones, con los mensajes que os doy, para disponeros a vivir los acontecimientos que ya están a punto de cumplirse, para llevaros de la mano a recorrer el trecho más difícil y doloroso de este segundo adviento y para preparar las mentes y los corazones de todos a recibir a Jesús en el próximo momento de su retorno glorioso.
 
03 de junio de 1990    p.852
   “Ven Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María, tu amadísima Esposa.” Repetid esta invocación con frecuencia. Os acercáis al momento en el que se cumplirá el gran prodigio del segundo Pentecostés. Sólo el Espíritu de Amor puede renovar el mundo entero. Sólo el Espíritu de Amor puede formar los cielos nuevos y la nueva tierra. El Espíritu Santo os llevará a la comprensión de toda la Verdad. El Espíritu Santo tiene la misión de formar vuestros corazones en la perfección del amor y así quema en vosotros toda forma de egoísmo y os purifica con el crisol de innumerables sufrimientos. El Espíritu Santo tiene la misión de llevar a la Iglesia a su mayor esplendor, para que de este modo llegue a ser toda hermosa, a imitación de su Madre Celeste. El Espíritu Santo tiene la misión de transformar toda la humanidad y de renovar la faz de la tierra, para que llegue a ser un nuevo Paraíso terrestre, en el cual Dios será gozado, amado y glorificado por todos. El Espíritu Santo abre y cierra las puertas del segundo Adviento. Mi Corazón Inmaculado es la puerta de oro a través de la cual pasa el Espíritu Santo para llegar a vosotros.
 
28 de junio de 1990    p.856
   El Segundo Pentecostés vendrá ya porque en todas partes del mundo ya se han difundido los Cenáculos de oración que os he pedido muchas veces y con más y más insistencia. Dónde Yo me hago particularmente presente entre vosotros para que podáis convertiros en los Apóstoles de los Cenáculos en todas partes del mundo. Mi Corazón Inmaculado es el nuevo Cenáculo espiritual, en el cual toda la Iglesia debe entrar para conseguir el don del nuevo Pentecostés. Que vuestro corazón sea manso y humilde, dulce y misericordioso, sensible y puro. Que vuestro corazón sea un cáliz lleno de bálsamo suave que rebose y se deslice para cerrar las heridas abiertas y sangrantes, para confortar un sinnúmero de sufrimientos y dolores, dar esperanza a los desesperados, gracia a los pecadores, consuelo a los enfermos, ayuda a los necesitados, paz a los atribulados, ánimo a los desalentados. El Segundo Pentecostés vendrá como un rocío sobre el mundo y transformará el desierto en un jardín. Por esto, debéis llegar a ser los artífices silenciosos y valientes de esta renovación general. Ánimo mis predilectos. Salid como apóstoles valientes de estos últimos tiempos e id por todas partes de la tierra a llevar la Luz de Cristo, en estos tiempos de oscuridad, y el rocío de su divino amor en estos días de gran aridez. Os bendigo con el gozo de una Madre que ha sido tan consolada por vosotros.
 
 
 
1991     EL ANUNCIO DE LA NUEVA ERA

01 de enero de 1991    p.882
  Este designio es que cumpláis su Voluntad Divina. Y la Voluntad Divina es que vosotros seáis santos. ¡Qué cruz tan pesada tienen que llevar hoy estos hijos míos tan amados! La cruz de la apostasía y de la falta de fe, la cruz del abandono y del rechazo, la cruz de la condena y de la crucifixión. Se acerca para mi Iglesia el momento del derramamiento de sangre y de su cruenta inmolación. Empezáis este año nuevo bajo la grave amenaza de un conflicto, que podrá llegar a ser la chispa que hará explotar la terrible tercera guerra mundial. No os dejéis apoderar por el miedo ni por el desaliento. Tened gran confianza en la poderosa obra de intercesión y de mediación de vuestra Madre Celeste. Yo soy el anuncio de la nueva era. Vivid en la paz del corazón y en la esperanza. Este año nuevo, será marcado por acontecimientos graves y decisivos.
 
12 de septiembre de 1991    p.917
   Hoy, mi amadísimo hijo, es la fiesta del venerado nombre de tu Madre Celestial. En el Nombre de María, fueron derrotados los turcos, cuando asediaban la ciudad de Viena y amenazaban con invadir y destruir todo el mundo Cristiano. Eran muy superiores en fuerza, en número y armas. Mi nombre fue escrito en los estandartes, gritado por los soldados y así por mi intercesión, sucedió el milagro. Por esta razón, el Papa instituyó en este día, la fiesta del Nombre de María. Y será también en el Nombre de María que Yo llevaré Mi Obra a su cumplimiento, con la derrota de la masonería, de toda fuerza diabólica, del materialismo, y del ateísmo práctico.

 
 
 
1992     VUESTRA LIBERACIÓN ESTÁ CERCA

02 de octubre de 1992    p.963
  A este último período de la purificación y de la gran tribulación corresponde una fuerte y particular manifestación de los Ángeles del Señor. Habéis entrado en la fase más dolorosa y difícil de la batalla entre los Espíritus del bien los Espíritus del mal, entre los Ángeles y los demonios. Es una lucha terrible que se desarrolla en torno a vosotros y sobre vosotros. El Anuncio de los tres Ángeles sea esperado con fe por vosotros, acogido con gozo y seguido con amor. Cuanto sucederá será una cosa tan grande, como jamás se ha visto desde el principio del mundo. Será como un juicio en pequeño y cada uno verá su propia vida y todas sus obras en la Luz misma de Dios. Al primer Ángel le corresponde la misión de proclamar a todos este anuncio: “Dad a Dios la gloria y la obediencia; alabadlo, porque ha llegado el momento en el que Él juzgará al mundo. Arrodillaos delante de Aquél que ha hecho el cielo, la tierra, los manantiales y el mar”. Al segundo Ángel le corresponde la misión de dar este anuncio: “Ha caído, ha caído la gran Babilonia, aquélla que había hecho beber a todos los pueblos el vino embriagador de su prostitución”. Al tercer Ángel le corresponde la misión de anunciar el gran castigo: “Cualquiera que adora a la bestia y a su imagen y recibe su marca en la frente o en la mano, beberá el vino de la ira de Dios, vertido puro en el cáliz de su terrible juicio, y será torturado en la presencia del Cordero y de los Ángeles santos con fuego y azufre. El humo de su tormento no acaba nunca. Quien adora a la bestia y a su imagen y cualquiera que recibe la marca de su nombre, no tiene reposo ni de día ni de noche”.
 
07 de octubre de 1992    p.966
   Mi victoria se hará efectiva cuando Satanás, con su potente ejército de todos los espíritus infernales, será encerrado en su reino de tinieblas y de muerte, de donde no podrá salir jamás para dañar al mundo. Para esto de descender del cielo un Ángel al que se le ha dado la llave del Abismo y una cadena con la cual atará al gran dragón, a la serpiente antigua, Satanás, con todos sus secuaces. De hecho, ya desde el principio, fui preanunciada como Aquélla que es enemiga de la serpiente. Aquélla que lucha contra la serpiente. Aquélla que al final le aplastará la cabeza. Mi descendencia es Cristo. La cadena, con la que el gran Dragón debe ser atacado, está formada por la oración hecha Conmigo y por medio de Mí. Esta oración es la del Santo Rosario. Una cadena, en efecto, tiene primero la misión de limitar la acción, después la misión de aprisionar y al final la de anular toda actividad del que es atado con ella. –La cadena del Santo Rosario tiene ante todo la misión de limitar la acción de mi Adversario. Cada Rosario, que recitáis Conmigo, tiene el efecto de restringir la acción del maligno, de substraer las almas de su maléfico influjo y de dar mayor fuerza a la expansión del bien en la vida de muchos hijos míos. –La cadena del Santo Rosario tiene también el efecto de aprisionar a Satanás, esto es, de hacer impotente su acción y de disminuir y debilitar cada vez más la fuerza de su diabólico poder. Por esto cada Rosario bien recitado es un duro golpe dado a la potencia del mal, es una parte de su reino que es demolida. –La cadena del Santo Rosario obtiene en fin el resultado de hacer a Satanás completamente inofensivo. Su gran poder es destruido. La humilde y frágil cuerda del Santo Rosario forma la fuerte cadena con la cual haré mi prisionero al tenebroso dominador del mundo, al enemigo de Dios y de sus siervos fieles. Así todavía una vez más, la soberbia de Satanás será derrotada por la potencia de los pequeños, de los humildes, de los pobres.
 
22 de noviembre de 1992    p.974
   Jesucristo es Rey. “Yo soy el Primero y el Último, El Viviente. Yo estuve muerto pero ahora vivo para siempre y tengo poder sobre la muerte y sobre el infierno. Al vencedor que persevera hasta el fin de mis obras, le daré autoridad sobre las naciones; las pastoreará con vara de hierro y las quebrará como vasos de arcilla, con la misma autoridad que me fue dada por mi Padre. Y le daré la estrella de la mañana. No borraré su nombre del libro de la vida, sino que, lo reconoceré delante de mi Padre y delante de sus Ángeles. Grabaré en su frente el nombre de mi Dios”. Jesucristo es Rey, porque pertenece a su divina misión retornar el universo creado a la perfecta glorificación del Padre, purificándolo con el fuego abrasador del Espíritu Santo, de modo que quede completamente liberado de todo espíritu del mal, de toda sombra de pecado. Están ya próximos los tiempos, que os han sido predichos por el profeta Zacarías. “Oráculo del Señor. Golpearé al pastor y toda la grey andará dispersa; entonces con mi mano cubriré a los débiles. Oráculo del Señor. En todo el país, dos tercios serán exterminados y perecerán; un tercio será conservado. Haré pasar a este tercio por el fuego; lo purificaré como se purifica la plata y lo probaré como se prueba el oro. Invocará mi Nombre y Yo lo escucharé; diré: -Éste es mi pueblo-, él dirá: -El Señor es mi Dios-.”  ¡Atención! Jesucristo viene entre las nubes del cielo y todos lo verán, también aquellos que le dieron muerte; los pueblos de la tierra estarán trastornados. Como Profetisa de estos últimos tiempos, os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
 
31 de diciembre de 1992    p.983
   No paséis estas horas en el estrépito y en la disipación, sino en el silencio, en el recogimiento, en la contemplación. Os he anunciado varias veces que se aproxima el Fin de los Tiempos y la venida de Jesús en gloria. Ahora quiero ayudaros a comprender los signos descritos en la Divina Escritura, que indican que ya está próximo su retorno glorioso. Estos signos están claramente indicados por los Evangelios, y las Epístolas de San Pedro y San Pablo, y se están realizando en estos años.  –El primer signo es la difusión de los errores que llevan a la pérdida de la fe y a la apostasía. Estos errores son propagados por falsos maestros, y por célebres teólogos que ya no enseñan la Verdad del Evangelio. (Mt 24,5-9  2Ts 2,3  2Pe 2,1-3)  –El segundo signo es el estallido de guerras y luchas fratricidas que llevan al predominio de la violencia y del odio y a un general enfriamiento de la caridad, mientras se hacen cada vez más frecuentes las catástrofes naturales como epidemias, carestías, inundaciones y terremotos. (Mt 24,6-12)  –El tercer signo es la persecución sangrienta de aquellos que se mantengan fieles a Jesús y a su Evangelio y permanezcan firmes en la verdadera fe. Entretanto, el Evangelio será predicado en todas partes del mundo. Sobre todo, por mi Papa Juan Pablo II. (Mt 24,9-10)  –El cuarto signo es el horrible sacrilegio, realizado por aquél que se opone a Cristo, esto es por el Anticristo. Entrará en el templo santo de Dios y se sentará sobre su trono haciéndose adorar a sí mismo como Dios. (2Ts 2,4-9  Mt 24,15)  Hijos predilectos, para comprender en qué consiste este horrible sacrilegio, leed cuanto está predicho por el profeta Daniel. (Dn 12,9-12)  La Santa Misa es el sacrificio perpetuo. Será suprimida la celebración de la Santa Misa; el horrible sacrilegio, llevado a cabo por el Anticristo, el cual durará tres años y medio, es decir, mil doscientos noventa días.  –El quinto signo está constituido por los fenómenos extraordinarios, que suceden en el firmamento del cielo. (Mt 24,29-31)  El milagro del sol, acaecido en Fátima.  Mis predilectos e hijos consagrados a Mí, os he querido instruir sobre estos signos, para prepararos al fin de los tiempos, porque éstos se están realizando en vuestros días. Leed Conmigo los signos de vuestro tiempo y vivid en la paz del corazón y en la confianza. (Mt 24,32-33)
 
 
 
1993     EL TIEMPO DE LA GRAN PRUEBA

31 de diciembre de 1993    p.1040
  -Grande es mi preocupación, porque esta humanidad, tan enferma, continúa en su obstinado rechazo de Dios y de su Ley de amor. Pero no he sido escuchada. El egoísmo sofoca el corazón de los hombres, que se han vuelto fríos y cerrados por una gran incapacidad de amar. Grande es mi preocupación, porque mi Iglesia está a merced de las fuerzas del mal que la amenazan e intentan destruirla desde dentro. La masonería, con su poder diabólico, ha puesto su centro en el corazón mismo de la Iglesia, donde reside el Vicario de mi hijo Jesús y desde allí difunde su maléfico influjo en todas partes del mundo. Ahora ella va a ser nuevamente traicionada por los suyos, cruelmente perseguida, y conducida al patíbulo. Yo veo que la persecución sangrienta está ya a las puertas y cuántos de vosotros seréis dispersados por el impetuoso viento de este huracán espantoso. Multiplicad por todas partes los Cenáculos de oración, que Yo os he pedido, como lugares seguros, como refugios donde protegeros de la tremenda tormenta que os espera. En los Cenáculos sentiréis mi extraordinaria presencia. En los Cenáculos experimentaréis la seguridad y la paz que os da vuestra Madre Celestial. En los Cenáculos seréis preservados del mal y defendidos de los grandes peligros que os amenazan. En los Cenáculos seréis formados por Mí en la confianza y en una gran esperanza. Porque el Cenáculo es el lugar de vuestra salvación que la Madre Celestial ha preparado para vosotros en estos últimos tiempos en los que la gran prueba ya ha llegado para todos.
 
 
 
1994     ABRID LOS CORAZONES A LA ESPERANZA

01 de enero de 1994    p.1044
  Sobre todo en estos últimos tiempos, me siento Madre de una humanidad tan insidiada y poseída por los Espíritus del mal. Satanás triunfa hoy. Por esto el año que hoy se abre os traerá también el peso de un inmenso sufrimiento. Como Madre de la humanidad, se me ha confiado la misión de sustraeros a la esclavitud de Satanás. Abrid vuestros corazones a la Esperanza, porque soy verdadera Madre de toda la Iglesia. Esta mi amadísima hija será herida y golpeada, despojada y traicionada, abandonada y conducida al patíbulo, donde será crucificada. En su interior penetrará el hombre inicuo, que llevará al culmen la abominación de la desolación, predicha en las Divinas Escrituras. No perdáis el valor, hijos predilectos. Sea fuerte vuestra confianza. Comprenderéis que los últimos años de este vuestro siglo forman parte de un divino y misterioso designio, que está a punto de ser desvelado. Abrid vuestros corazones a la esperanza, porque ha llegado el momento en que vuestra Madre Celeste se manifestará en toda su potencia. Yo soy la aurora que precede al gran día del Señor.
 
01 de abril de 1994    p.1057
   Y la Cruz aplasta Hijo y Madre, ya desde ahora unidos en esta única ofrenda. Quedaos Conmigo, hijos predilectos, bajo la Cruz, junto a vuestro hermano Juan. Hay tanta necesidad de Consuelo. Para Jesús que es clavado en el patíbulo, alzado de la tierra y vive las horas sangrientas de su agonía. Para Mí, su Madre, íntimamente asociada a su pasión redentora. Hay tanta necesidad de Fe. Ved a Jesús aplastado como un gusano; sobre su cuerpo inmolado pesan todos los pecados del mundo; su Corazón es oprimido por la ingratitud humana y por una falta de fe tan profunda. Hay tanta necesidad de Amor. Sobre el Gólgota el amor parece vencido. Sólo hay odio, rencor, maldad y ferocidad inhumana. Las tinieblas descienden y oscurecen el mundo. Hay tanta necesidad de Esperanza. La Cruz ensangrentada que hoy contempláis en el llanto, será la causa de vuestra mayor alegría, porque se transformará en una Gran Cruz Luminosa. La Cruz luminosa, que se extenderá de oriente a occidente y aparecerá en el cielo, será el signo del retorno de Jesús en gloria. La Cruz luminosa que aparecerá en el cielo al fin de la purificación y de la gran tribulación, será la puerta que abre el largo y tenebroso sepulcro en que yace la humanidad, para conducirla al nuevo reino de vida, que Jesús traerá con su glorioso retorno.
 
13 de mayo de 1994    p.1064
   Sobre esta humanidad que se ha vuelto pagana, envuelta en el hielo de la negación de Dios y de la rebelión a su ley de amor, corrompida por el pecado y por el mal y sobre la que Satanás domina como vencedor seguro, Yo hago descender los rayos de amor y de luz de mi Corazón Inmaculado. Así mi Corazón se hace hoy el medio seguro de salvación para toda esta humanidad. Porque sólo en mi Corazón Inmaculado encontraréis refugio en el momento del castigo, consuelo en la hora del sufrimiento, alivio en medio de indecibles dolores, luz en los días de la tiniebla más densa, refrigerio entre las llamas del fuego que consume, confianza y esperanza en una ya general desesperación. Mi Corazón recogerá el pequeño resto fiel que, en el sufrimiento, en la oración y en la esperanza, esperará el retorno de mi hijo Jesús en gloria. El mío es un mensaje apocalíptico, porque estáis dentro del corazón de lo que se os ha anunciado en el último y tan importante Libro de la Divina Escritura. Ahora, Yo os he abierto el libro sellado.
 
22 de mayo de 1994    p.1066
   Es necesaria una nueva y universal efusión del Espíritu Santo, para alcanzar los nuevos tiempos tan esperados. Se necesita que venga pronto el segundo Pentecostés. Suplico que esta consagración, pedida por Mí con tan preocupada insistencia, se haga por los obispos, por los sacerdotes, por los religiosos y por los fieles. Y se haga por todos para abreviar el tiempo de la gran prueba que ya ha llegado. El Espíritu Santo entonces os llevará a la comprensión de la Verdad toda entera. El Espíritu Santo será luz en vuestro camino y os volverá testigos valientes del Evangelio en la hora tremenda. Mi hora es la hora del Espíritu Santo. El triunfo de mi Corazón Inmaculado coincidirá con el gran prodigio del segundo Pentecostés. Descenderá nuevo fuego del cielo y purificará toda la humanidad que se ha vuelto pagana. Será como un juicio en pequeño y cada uno se verá a sí mismo en la luz de la Verdad misma de Dios. Ven Espíritu Santo. Ven por la voz de tu Esposa amadísima que te llama. El Espíritu no puede resistir a la voz de la Esposa que lo llama. Por esto uníos todos a Mí, mis pequeños hijos, al invocar hoy el don del Espíritu Santo. Que vuestra súplica se convierta en la oración de estos últimos tiempos.
 
05 de diciembre de 1994    p.1090
   Con cuánto amor os contemplo, Sacerdotes y fieles de mi Movimiento, que os encontráis aquí, en este tan venerado Santuario mío, para hacer vuestro gran Cenáculo, que concluye los que se hicieron en tantas ciudades de Méjico; ¡esta tierra especialmente protegida y bendecida por Mí! Como en mis ojos permanece impresa la imagen del pequeño Juan Diego, a quien me aparecí, así también vosotros estáis impresos en los ojos y en el corazón de vuestra Madre Celestial. Sois la niña de mis ojos, porque sois mis más pequeños hijos, completamente consagrados a Mí. Sois la niña de mis ojos, porque os dejáis conducir por Mí con tanta docilidad. Vosotros me escucháis, secundáis mis peticiones, camináis por la senda que Yo os he trazado, y así, por medio de vosotros, Yo puedo realizar el gran designio del triunfo de mi Corazón Inmaculado en el mundo. En el tiempo en que Jesús Eucarístico está rodeado de tanta indiferencia, de tanto vacío, vosotros difundís todavía las solemnes horas de adoración eucarística, rodeáis a Jesús de flores y de luces como signos indicativos de vuestro amor y de vuestra tierna piedad. Sois la niña de mis ojos, porque sois sencillos, pobres, humildes y así me amáis con todo el candor de vuestro corazón de niños. Has visto, pequeño hijo mío, con cuánto entusiasmo me aman, me rezan y glorifican todos estos hijos míos mejicanos. Por esto comenzará desde aquí mi gran victoria contra todas las fuerzas masónicas y satánicas, para el mayor triunfo de mi Hijo Jesús. Te confirmo que para el gran jubileo del año dos mil vendrá el triunfo de mi Corazón Inmaculado, que yo he predicho en Fátima y eso se realizará con el retorno de Jesús en gloria para instaurar su Reino en el mundo. Así podréis finalmente ver con vuestros ojos los cielos nuevos y la nueva tierra.    
  
 
 

1995     MADRE DE LA MISERICORDIA

07 de octubre de 1995    p.1140
  La misión que me ha sido confiada por la Santísima Trinidad es la dirigir la batalla y conducir a la victoria al ejército de los hijos de Dios que combate contra el potente ejército de los esclavos de Satanás y de los espíritus del mal. “Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya; ella te aplastará la cabeza y tu tratarás de atacarle el talón”. (Gn 3,15)  –Mi Victoria se obtiene en las almas que son ayudadas por Mí a combatir y a vencer toda forma de pecado.  Llamo a mis pequeños hijos a ser los instrumentos de salvación para todos y así, en el silencio y de manera oculta, cada día preparo y difundo entre vosotros el Reino de Dios.
 
12 de octubre de 1995    p.1142
   Los más pequeños, los más pobres, los más sencillos, aquellos que el mundo ignora y desprecia, traédmelos en número cada vez mayor, porque ellos son para Mí el tesoro más grande y más precioso. Cuantas familias se han salvado de la división o, después de años de separación se han vuelto a unir, a causa de la gran difusión de los Cenáculos Familiares. En esta Nación mi Movimiento Sacerdotal Mariano se ha difundido por doquier como en ninguna otra parte del mundo. Yo soy Madre y Reina del Brasil.
 
 
 
1996     EN MI SEGURO REFUGIO

31 de diciembre de 1996    p.1211
  Orad y reparad. -Orad, para obtener del Señor a través de la mediación materna de mi Corazón, las gracias de las que estáis necesitados. Con el próximo año entráis en el tiempo de la inmediata preparación al gran jubileo del año dos mil. Esta particular preparación, a la que el Papa os solicita con su carta apostólica “Tertio milenio adveniente”, es para haceros comprender que aquella fecha es importante y significativa para la Iglesia y para toda la humanidad, porque Yo os he preanunciado para tal fecha el triunfo de mi Corazón Inmaculado en el mundo. –Orad en íntima unión de fe con vuestra Madre Celestial. Espero una respuesta generosa de los niños. Jesucristo debe ser acogido, amado, adorado y seguido por toda la humanidad como el único Redentor y Salvador vuestro. Y así se hará un solo rebaño bajo un solo pastor. –Reparad por los pecados de esta pobre humanidad, que se encuentra totalmente bajo el poder de mi Adversario. Ella ha construido una civilización pagana, fundada sobre la búsqueda exasperada del placer y del bienestar material. La soberbia ha seducido las mentes; la impureza ha corrompido los corazones. Ahora esta pobre humanidad ha tocado el fondo de su miseria. No consigue ya recobrarse, si una gran misericordia no la levanta. Rogad que llegue al mundo el gran milagro de la Divina Misericordia. –Reparad por la infidelidad de tantos hijos de la Iglesia. La falta de fe se extiende entre sus mismos Pastores y el rebaño es golpeado por el viento impetuoso de la apostasía. ¿Quién permanecerá firme todavía en la fe en Jesús y en su Iglesia? A vosotros os pido cuanto pedí a los tres niños a los que me aparecí en Fátima: ¿Queréis ofrecer vuestra vida en espíritu de oración y de reparación, por la salvación de todos los pecadores, especialmente de aquellos que tienen mayor necesidad de la Divina Misericordia? Entonces formáis Conmigo una gran red de amor y de salvación extendida por todo el mundo. Nunca como en estos últimos tres años, mi Corazón Inmaculado será vuestro refugio seguro. Rezad y reparad, porque, a través vuestro, mi Corazón quiere obtener su triunfo preanunciado.
 
 
 
1997     JESUCRISTO ES EL ÚNICO SALVADOR

11 de febrero de 1997    p.1222
  Quise confirmar, con mis palabras, el gran privilegio que el Señor me concedió, sustrayéndome del poder de Satanás y del pecado, desde el momento de mi concepción humana. El Padre refleja en Mí el perfecto designio que tuvo, en el momento de la creación de todo el universo. Jesús ama con predilección la pureza. Entonces Yo prometo recogeros a todos bajo mi manto materno, dentro del seguro refugio de mi Corazón Inmaculado. Prometo no abandonaros nunca, por el contrario seré siempre vuestra defensa segura.
 
08 de mayo de 1997    p.1234
  Te he escogido, mi pobre y pequeño hijo, para ser tu mismo el instrumento de este designio Mío. Así, en estos años, Yo te he llevado a todas partes del mundo y, con fatigas y sufrimientos innumerables, has visitado varias veces muchas naciones de los cinco continentes. Ahora mi designio está a punto de cumplirse. Así Yo he podido formarme el ejército de mis pequeños niños, con el cual llevaré a cabo mi mayor victoria; con la difusión, ahora, a escala mundial de los Cenáculos. Con estos Cenáculos, ofrecéis una gran fuerza de intercesión y de reparación a vuestra Madre Celeste, que ha intervenido varias veces, de manera extraordinaria, para abreviar el tiempo doloroso de la gran prueba purificadora. –Es el mensaje de Fátima que se cumple. Estas profecías Mías se han cumplido sobre todo en este Papa Mío Juan Pablo II, que es la obra maestra formada en mi Corazón Inmaculado. Yo he hecho surgir aquí, hace ya veinticinco años, mi Movimiento Sacerdotal Mariano: para que el mensaje de Fátima, con frecuencia contestado y rechazado por muchos, tuviese en vuestros días su pleno cumplimiento. Te bendigo con el agradecimiento de una Madre, que ha sido escuchada, seguida, consolada y glorificada por ti.
 
31 de diciembre de 1997    p.1259
  Ahora entráis en mis tiempos. Por eso os he trazado un camino luminoso, por el cual debéis caminar todos. Mi designio os ha sido revelado en su lenta preparación. Este siglo vuestro, que está a punto de acabar, ha sido puesto bajo el signo de un fuerte poder concedido a mi Adversario. De este modo la humanidad ha sido seducida con el error del ateísmo teórico y práctico; en el lugar de Dios se han construido los ídolos que todos adoran: el placer, el dinero, la diversión, el poder, el orgullo y la impureza. Entonces la Santísima Trinidad ha dispuesto que vuestro siglo fuera puesto bajo el signo de una fuerte, materna y extraordinaria presencia Mía. Y os he ofrecido como seguro refugio mi Corazón Inmaculado. Por medio de este Libro mío, os trazo la senda que debéis recorrer para difundir mi Luz. Ahora cuanto os debía decir os ha sido dicho, todo os ha sido revelado. Así pues, en esta noche, terminan los mensajes; ahora debéis meditarlos, vivirlos y ponerlos en práctica. Al final mi Corazón Inmaculado triunfará. Sois los apóstoles de estos últimos tiempos. Vivid como fieles discípulos de Jesús, en el desprecio del mundo y de vosotros mismos. Ha llegado el momento de salir de vuestro ocultamiento para ir a iluminar la tierra. Mostraos a todos como hijos míos porque Yo estoy siempre con vosotros. Combatid hijos de la Luz, porque la hora de mi batalla ha llegado ya.
 


 
   Abrid          p.829
   Águila         p.788
   Anticristo     p.805
   Anuncio        p.963
   Aplastará      p.1140
   Apocalíptico   p.1064
   Apóstoles      p.856
   Cadena         p.966
   Cenáculos      p.1040
   Cordero        p.798
   Cruz           p.1057
   Dragón         p.790
   Esperanza      p.1044
   Espíritu       p.852
   Familias       p.1142
   Fátima         p.1234
   Fin            p.983
   Flagelo        p.819
   Marca          p.813
   María          p.917
   Méjico         p.1090
   Pantera        p.793
   Pentecostés    p.1066
   Pureza         p.1222
   Reparad        p.1211
   Resto          p.850
   Revelado       p.1259
   Tercio         p.974
   Voluntad       p.882

 
  
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